En esta ocasión nos ha dado por hablaros del photoshop; un programa diabólico que nos permite manipular fotografías a nuestro antojo; jugar a ser Dios. Desde la prehistoria, el ser humano se ha valido de esta herramienta para manipular a la opinión pública, haciéndonos creer que cosas que jamás sucedieron... pues eso, que sucedieron. Muchos de los grandes cambios que ha sufrido el hombre en su historia se deben a grandes farsas orquestadas detrás de un ordenador. Un leve retoque puede cambiar el curso de la humanidad. Malditos seres humanos... Veamos ahora unos cuantos ejemplos de cómo una foto inocente, con un leve retoque, puede provocar revueltas:
Los más jóvenes no se acordarán, pero hubo un presidente de los Estados Unidos que rompió todos los límites y superó todas las barreras. El nombre de ese presidente era JFK. Bueno, no creo que ese fuese su nombre, creo que era su mote. El buen presidente, una especie de Obama blanco, abogaba por el buenrrollismo, la paz, la felicidad y todo ese rollo, siendo como es lógico muy popular entre la gente que quiere ser feliz. Pero un día negro de los años 60 su rival político, el inquieto Richard Nixon, le abatió de un disparo en el desfile del orgullo Friki. Si no lo sabéis, os recordamos que en Estados Unidos, por ley, el asesino de un presidente se convierte automáticamente en presidente. Empezaron los años oscuros de Nixon, que se casó con la viuda de JFK, Jaqueline, y le dio 9 hijos. Pese a su vigor, el pueblo no le quería nada. Como la foto que encabeza el texto, Nixon retocó muchas imágenes en pos de hacer ver que tenía muchos amigos buenrrolleros y ganarse así a sus siervos. En este ejemplo, escogido al azahar, Nixon tiene la cara de colocarse en la misma imagen con el por entonces El Presidente de México, el popular El Zorro. Pero como decimos, es un montaje. Se odiaban.
Otro ejemplo de retoque fotográfico utilizado políticamente. El primer presidente de los Estados Unidos, el festivo Buffalo Bill, se valió de todos estos recursos para engañar a los votantes. Como muchos sabéis, la primera campaña electoral estadounidense enfrentó a los más célebres cowboys de la época. Billy the Boy, Perro Loco Tanner, Jerry James, Cat Garrett... todos entraron en esa loca carrera. Pero fue Buffalo Bill el que mejor supo entender la situación, manipulando sus fotos incluyendo a otras celebridades buerrollistas. Era una manera de intentar acabar con los rumores (por otro lado ciertos) de que era una auténtico hijo de puta.
En 1945, Hitler estaba en su mejor momento. Le iba bien en el trabajo y mejor que nunca con su mujer, la bellísima Eva Brown. Pero en un desafortunado accidente de quad, Eva perdería la vida, como es bien sabido. Hitler estuvo deprimido unos meses, el buen hombre, pero una vez se sintió de nuevo preparado se puso sus mejores galas y se fue a las fiestas de su pueblo. Lamentablemente no sabía bailar, en contra de lo que se cree. Era un zote con las mujeres en el cuerpo a cuerpo, por lo que se decidió por otros medios; buscar pareja on-line. La foto que encabeza este texto es real, pero el montaje viene en la parte superior izquierda; Adolf se ocupó de borrar con photoshop todos los botes de champú y gel de la repisa, para darle un tono menos cutre a la instantánea. También se quitó un poco de michelín, pero por eso no vamos a culparlo.
Quizás les suene esta foto. Claro que ustedes la habían visto sin el personaje de la esquina superior. Se trataba de Magneto, un pensador de la quinta de Marx y Engels que no se quedaba en las palabras como sus homínidos, sino que iba mucho más allá. Organizaba propuestas y caceloradas contra... bueno, pues contra quien estuviese gobernando ese momento. Posiblemente serían los tiempos del segundo mandato de Buffalo Bill. Sea como fuere, uno de los rivales ideológicos de Magneto, el pelado Charles Xavier se ocupó de quitar protagonismo a su magnético oponente y para ello utilizó el photoshop (para la foto) y sus poderes mentales (para nuestras psiques).
Cuando Buffalo Bill provocó el inicio de la 2º Guerra Mundial no creo que supiera muy bien dónde se estaba metiendo. Al matar por diversión al Presidente Mexicano, inició un enfrentamiento tal que hasta el tiempo y el espacio se doblegaron a si mismos como ocurre con un folio que doblamos y atravesamos con un bolígrafo. Sabéis cómo os digo. Un día nos pararemos a hablar más detenidamente de la Segunda Guerra Mundial, pero ahora mismo tenemos que ir a votar, que nos cierran el colegio.
La moraleja, si la hubiera, es que debemos fiarnos menos de los tíos. Al final todos son iguales y van pensando sólo en una cosa. Ay...
hola quiero aprender a realizar esta clase se montajes, paso a paso espectaculares. septimoenlace@yahoo.es
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