martes, 5 de mayo de 2009

Ángeles del Espacio Exterior


Vamos a hablar de religión, que es la manera más fácil de ofender a alguien. Y hoy me he propuesto ofenderte a ti.

A menudo, cuando estás esperando un golpe de suerte, te interesa creer en Dios. Pero... ¿qué es Dios? ¿Es una entelequia? ¿Casi una obsesión? ¿Es Dios la misma persona que Diso? ¿Qué hay de cierto en las historias de la Biblia? ¿Es Jesucristo un buen representante de Dios? ¿Qué tienen que decir de todo esto Buda o Alá? Demasiadas preguntas para ponernos todos de acuerdo. Por ello, cada persona tiene su propia idea de la divinidad, de la próxima vida y de lo que se considera pecado. Yo tengo mi propia idea, claro, pero lo que me diferencia de los demás es que sé que mi idea es la única y verdadera, y vosotros, infieles, arderéis en el Infierno Cibernético por tener creencias diferentes. Y vaya si os lo merecéis.

Un gran porcentaje de la población se aferra a su supuesta religión; un conjunto de preceptos que salen de diversas escrituras que se toman como base. Los fans de Jesús tienen su Biblia. Los holligans de Alá disfrutan de su corán. Pero, para vuestra sorpresa, las leyes que forman la verdadera religión no salen de un decrépito libro con las páginas sospechosamente pegadas; salen de una película que, como no podía ser de otra manera, se realizó en los años 80. En los años 80 del siglo XX, digo.

"Y Robotrón iluminó la cara de María con su luz fecundadora." Robosapiens 3:14

Steven Spielberg, al que los extraterrestres abdujeron de un modo no-sexual a la tierna edad de 11 años, sabe de lo que trata el tema. Él mismo nos ha mandado señales durante toda su filmografía, en la que se encuentran bastantes pelis de aliens y ninguna de religión. Ese debería ser prueba suficiente para demostrar que lo que estoy diciendo es la absoluta verdad. El barbudo director con gorra produce este film de 1987 en el que se muestran los hechos reales del 2º advenimiento de Dios a la soleada isla de Manhattan. En la peli, unos simpáticos robores bendicen con su presencia a los inquilinos de un destartalado edificio que una malvada constructora quiere derribar. Mediante milagros tecnológicos, estos ángeles espaciales consiguen auyentar a los especuladores del ladrillo. Si estas parábolas no te hacen ver la luz, yo ya no sé que más decirte, hijo.

San Blas multiplicando exponencialmente los peces ante la presencia de un barbudo.

Hay quien afirma que religiones como el cristianismo, el budismo o el Islam han copiado vilmente hechos, preceptos y mandamientos de esta peli. Voces discordantes señalaron que estas religiones son claramente anteriores al estreno del filme, pero no aportaron ninguna prueba, teniendo que cerrar sus infieles bocas por no poder demostrar lo que predicaban. A raiz de ello, se ha descubierto que tanto el cristianismo, el budismo y el Islam nacieron en 1988, un año después de la producción de la peli, y que toda la historia que se les presuponía a estas religiones a lo largo de los siglos no es más que una engañifa destinada a reblandecer el cerebro de los advenedizos; todas esas iglesias y catedrales de tu ciudad, supuestamente construidas hace muchos siglos, son de construcción reciente. La catedral de Burgos se empezó a construir en 1989 y La Alhambra granadina en 1992, por poner dos célebres ejemplos. Sus prepulsores utilizaron pintura con aspecto envejecido de la marca Titán y ladrillos antiguos, para crear la sensación de antigüedad que estas construcciones muestran. Pagaron grandes sumas de dinero a los editores de enciclopedias, para que mintieran vilmente a la hora de datar estos edificios, al igual que pagaron a los autores de la Wikipedia. Con ello consiguieron que vosotros, el rebaño, creyera que estas religiones tenían una verdadera y propia historia a sus espaldas, cuando la verdad es que tengo camisetas más viejas que todas esas historietas que podéis leer en los supuestos libros santos. Historietas que, por cierto, han calcado de la película en cuestión, cambiando algunos detalles como las ubicaciones de los advenimientos o los nombres de algunos de sus protagonistas.

Los estudiosos de esta, la verdadera religión, han conjeturado recientemente que estos ángeles mecánicos podrían venir del mismísimo planeta Cibertrón, del que son originarios los Transformers. Estos descubrimientos podrían finiquitar la discusión entre partidarios de nuestros maravillosos aliados y los seguidores de los Autobots, pues según me ha anunciado el mismísimo arcángel San Gabriel 2.0 (Dios bendiga cada remache de su carcasa) ambas religiones se fusionarán en breve en una sola, convirtiéndonos a sus seguidores en la religión mayoritaria del planeta Tierra, momento en el que decidiremos que ya os hemos aguantado suficientes tonterías a vosotros, infieles repugnantes.

No olvides dejar en los comentarios cuál creías que era la verdadera religión (antes de leer este artículo) y no olvides igualmente seguir vigilando los cielos, pues los ángeles saben que no crees en ellos. Y van a tomar medidas.

"Peregrinarás a Cibertrón al menos una vez en la vida". Roboraptor 7;21.

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